Cómo ser disruptivos en la banca sin empezar de cero
Por: Fabián Ruiz, director de Arquitectura para Banca en SAP México
La transformación digital infiere dejar atrás una visión análoga y desconectada de gran parte de los procesos internos y externos de una empresa. Esto es un tema que se ha hablado en todas las industrias, y la banca no es la excepción. Sin embargo, dar el mensaje correcto de cómo se puede implementar ha sido complicado, tanto que muchos actores del sector bancario no visualizan cómo aprovechar la tecnología sin ser demasiado disruptivos en su negocio.
Ante un enorme panorama de competencia entre bancos, startups, fintechs, ofertas e ideas digitales, hay puntos de vista encontrados que causan incertidumbre y dan la idea errónea a los bancos que deben cambiar toda su infraestructura y arquitectura robusta, lo que representa un costo muy grande de dinero y tiempo, haciendo que los tomadores de decisiones se paralicen o sólo se aventuren con soluciones temporales y de poco impacto.
El gran reto en la industria bancaria y financiera es reforzar las estrategias alrededor de la digitalización para dar la certeza de que el camino que se sigue es el correcto. Esto se logra gracias al trabajo de un equipo dedicado a identificar oportunidades innovadoras para cliente, pero también con un acercamiento distinto al tema. Los aliados de las instituciones hacia la digitalización deben saber abordar desde el punto de vista del negocio y sus prioridades.
La pregunta correcta no es cuánto cuesta hacerlo, sino cuánto costará que no se haga. Cada institución tiene una posición, crecimiento, tamaño y prioridades diferentes, por lo que es difícil encontrar para cada uno de ellos el precio que podrían pagar por no hacer nada sin tener el contexto completo de su situación actual; para algunos puede ser apenas 5% de su ganancia anual, pero esa misma cantidad puede constituir 50% de las ganancias de una institución más pequeña.
Lo que no está en duda es que, en las empresas de hoy, la transformación digital ya no es una opción, sino algo qué encaminarse para enfrentar los retos que vienen. Pero, ¿realmente se debe tirar todo y empezar de nuevo? La respuesta se ha dado en varios foros y han llegado a la conclusión de que no es arrancar de cero. En este sentido, Mckinsey & Company publicó el año pasado un artículo que hablaba de la arquitectura a dos velocidades: podrías conservar tu modelo tal como está hoy, pero tener una arquitectura en paralelo o por encima de ella para digitalizarse de forma paulatina. Esta estrategia ayuda a mitigar el riesgo y crear estrategias que sean convenientes para las necesidades de los bancos.
Llevar a cabo cualquiera de estas metodologías ayuda a las instituciones a transicionar hacia una nueva manera de trabajar y procesar información, sin descartar toda su arquitectura. Constituye, además, una manera más estable de trabajar, permite innovar en soluciones para el usuario y reaccionar de manera dinámica y en tiempo real para proveer ofertas personalizadas a los clientes.
Este proceso no es tan invasivo como podría llegar a parecer y el costo por implementarlo es mínimo, en comparación lo que cuesta quedarse atrás. Por tal motivo, SAP ofrece la asesoría y guía necesaria de la mano de expertos en temas del mercado y en ingeniería de valor que buscan los casos de negocios que sustenten lo que se pueden ofrecer. Los ingenieros se encargan de viabilizar el proyecto; los arquitectos verán todo lo relacionado a la estructura bancaria y planearán una estrategia adecuada para cada necesidad, encontrando las soluciones e interfaces en un ecosistema digital efectivo y amigable para la transición de la institución bancaria hacia lo digital.